lunes, 25 de abril de 2016

Lo hago mal o hago lo mejor que puedo?



En un mundo tan critico sobre las correcciones desde lo que se cree que se hace bien, este articulo invita a repensar la corrección técnica en la actividad fisica y entrenamiento donde la premisa es entender que las personas hacen lo que mejor pueden en cada acción. 

Lo hago mal o hago lo mejor que puedo?

Existe una diferencia entre el tradicional “hacer algo mal” y “hacer lo mejor que puedo”. En el ámbito del entrenamiento y la actividad fisica, muchas veces se cuestiona a la persona que “hace mal” un ejercicio. Más aún, el entrenador / profesor marca constantemente las posturas mal ejecutadas sin comprender realmente como esa comunicación negativa llega a esa persona.



Alguna vez estuvimos en su lugar cuando una persona nos marca la cantidad de errores que realizamos y debemos mejorar?

“Hacerlo bien” no solo se trata de imitar técnicamente el movimiento deseado sino también de interpretar de la mejor manera la acción a realizar y en esa interpretación, se lo hace de la mejor manera que la persona lo puede realizar. Las habilidades y capacidades a cumplir no solo están en la tarea a realizar sino en el foco con la que se lo realiza sumado al entorno propicio para hacerlo.
Si el entorno es “rígido” bajo un estricto  control técnico donde se marcan todo el tiempo los errores probablemente, muy pocas personas puedan continuar en esa actividad. Sin embargo, cuando el entorno es distendido, donde se aplica el protocolo 3 x 1 (marcar tres acciones que este realizando correctamente y 1 a mejorar) seguramente ayude a sentirse mas cómodas a las personas ayudándolas en su actividad fisica. 

Lograr realizar actividad fisica o un ejercicio dependerá en gran medida del corazón que pongamos en lo que hacemos. Mientras el “hacerlo bien” es algo que evaluarán los demás, el “hacer lo mejor que puedo” es la sensación que se obtiene en relación a la acción que se pide, por eso es importante que el desafío propuesto por el entrenador / profesor sea simple.

"La actividad fisica y el entrenamiento deben ir de lo simple a lo complejo"

Entendiendo este concepto podemos reflexionar sobre la manera que comunicamos a las personas mediante la actividad fisica. Es importante comprender que las personas “hacen lo que mejor pueden hacer” pero si la dificultad es muy grande, la decepción por no poder ejecutarlo será mayor.




Poniendo un ejemplo mas claro, el entrenador / profesor le pide a su cliente un ejercicio llamado sentadilla, al comenzar a realizarlo el mismo comienza a corregirlo: “baja un poco mas, flexioná las rodillas, flexioná la cadera, mas abajo, la mirada al frente, la punta de los pies un poco mas afuera, etc etc etc…..”
Alguien piensa en el cliente? Las 6 instrucciones que no puede interpretar para poner en marcha este movimiento solo le habla constantemente a la cabeza de la persona con la frase “esto no es para mi”. El cliente, sin mucha experiencia en la actividad, entiende que no sirve para ésto, que él es el que no funciona dentro del mundo de la actividad fisica y el entrenamiento.

El modelo Fogg. 

Existen dinámicas y mecánicas de juego en ámbitos no lúdicos con el fin de influir en el comportamiento de las personas, en este caso, el modelo de Fogg es uno de los más utilizados.

Este modelo profundiza en causas que pueden desencadenar un cambio de comportamiento en las personas, según él se deben dar tres elementos básicos con los que un usuario puede modificar su conducta o comportamiento:

1- Disparador: debe existir una acción que desencadene el comportamiento. Por ejemplo, una llamada que incite a la persona a participar en la actividad propuesta.

2- Habilidad: la persona debe de estar capacitado para ejecutar la actividad propuesta.

3- Motivación: la predisposición de la persona a participar en la actividad propuesta atractiva y diferente.

Según Fogg la simplicidad es más importante a la hora cambiar un comportamiento. Un elemento que incite a la acción a una persona llevará consigo una mayor motivación para participar a largo plazo en la actividad que realice.


En este gráfico podemos observar  en un eje la motivación de una persona, desde una motivación baja a una motivación alta. En el otro eje tenemos la habilidad para realizar la tarea, desde lo difícil de hacer, hasta algo fácil de hacer. Cuando lanzamos un disparador tenemos una zona donde ocurren las acciones  y la conducta se modifica y otra en la que no suceden y la conducta no se modifica.

"La simplicidad es más importante que la motivación para cambiar el comportamiento"

Fogg intenta analizar a las personas para determinar si el están recibiendo y entendiendo nuestro “acción”. Podremos medir y saber si las personas están motivadas pero mejora aun si nuestra actividad fisica

Fogg también considera esencial ayudar a las personas en la tarea encomendada. Aunque se intente forzar a la motivación de la persona, si ésta no quiere desarrollar la actividad propuesta no lo hará. Por eso es importante el uso de los disparadores o acciones desencadenantes antes de potenciar únicamente la motivación de la persona.



Resumiendo, el combustible para que las personas puedan cambiar su comportamiento para con la actividad fisica depende de la motivación, habilidad y de los disparadores que el profesor / entrenador pueda generar. O sea, dos de las tres variables la debe provocar el entrenador / profesor.

Durante años se consideró que un buen entrenador / profesor era alguien que siempre corregía a los clientes. Hoy en día, donde la actividad se relaciona mucho mas con lo social y la empatía que debe realizar un entrenador / profesor, se deben tener en cuenta factores psicológicos que puedan generar la aceptación de la actividad fisica por parte del cliente, y la decepción y frustración que se generan con este sistema de correcciones. 



Recomendar tiene que ver con entender que la persona hace lo que puede, y no quiere realmente hacer mal un movimiento o acción. Si entendemos esto ayudaremos a las personas en su actividad fisica y entrenamiento dando como resultado mayor cantidad de personas sanas y activas en un mundo pasivo y sedentario.

En resumen, el objetivo de vincular personas con la actividad física es poner “disparadores” en el camino de ellas. Esto implica encontrar ejercicios fáciles para activar la motivación; una vez en esta etapa, accionar en aumentar el nivel de dificultad de las acciones a realizar. 


Bibliografia:

BJ Fogg  Mobile Persuasion (with Dean Eckles; 2008)


Profesor: Adrian Schiavello

@adrischiavello